top of page

El Desastre en Gestionar Desastres

  • Foto del escritor: AAmstg
    AAmstg
  • 8 nov 2024
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 30 ene

Líderes que se solazan en su Hybris


El liderazgo colectivo afectado por el síndrome de Hybris [un fenómeno en el que el líder desarrolla una arrogancia extrema, egocentrismo y una desconexión con la realidad] puede tener un impacto profundamente negativo en el proceso de duelo colectivo y en la sanación emocional tras un desastre en la comunidad, o una crisis en la empresa. Ese desastre al que se le suma otro más: la forma en que se gerencia el primero.


Padecer de Hybris puede entenderse como una manifestación no originaria, sino sobrevenida de carencia de aptitudes, y debería de conducir a la incapacitación del lider al ejercicio del cargo. Al menos así se defiende como mejor práctica en la gestión política y empresarial de los liderazgos en Reino Unido y los Estados Unidos. Quien lo padece puede que ya lo tuviera en fase germinal en su manera de ser, y que hasta que no llega a una posición de poder no eclosiona, haciéndose evidente; pero -y es lo más habitual- puede que germine y eclosione luego de alcanzado ese poder; ejerciéndolo en adelante de forma patológica.


Caveat | Hay que asumir que se ha producido una distancia palpable entre la percepción de la realidad por alguien devenido incompetente y la comprensión de la función con que se le invistió de un poder que ya no merecen detentar. Un caso de sobrevenida deslegitimación del poder que quizás podría calificarse de culposa si persiste en no ceder las riendas del cargo.
Pero, si lo que hay detrás del desastre que su gerencia excéntrica desarrolla es intencional, doloso, entonces, el análisis de los párrafos que siguen no sirve para nada y el escenario que se le presenta a la empresa colectiva, llámese nación o compañía, exige de otros diagnóstico, pronóstico y tratamiento. El desastre, la crisis, adquiere otra dimensión cuya más apropiada respuesta política o empresarial tiene que ser más contundente.

Cinco Pistas


¿Cómo identificar un escenario entendido en términos de nacion o comunidad, o en términos de empresa o proyecto, donde el liderazgo bajo Hybris es el vector que obstaculiza la gestión del desastre? Creo que pueden encontrarse cinco pistas que permiten testar a la persona que ejerce el liderazgo que se monitoriza:


1. Desconexión Empática y Frustración Social

Un líder con síndrome de Hybris tiende a priorizar su imagen y decisiones por encima de las necesidades de la comunidad, lo que provoca una desconexión empática en un momento en que el colectivo necesita consuelo y orientación. La falta de sensibilidad puede llevar a respuestas inadecuadas o frívolas que frustran a quienes sufren el desastre desencadenante del duelo colectivo, generando una percepción de abandono y desamparo institucional. La comunidad, en lugar de encontrar apoyo, enfrenta barreras emocionales adicionales, lo que puede convertir el proceso de duelo en una carga aún más compleja y prolongada.


2. Manipulación y Control de Narrativas

   Líderes con Hybris suelen manejar el desastre a través de narrativas controladas que glorifican sus acciones y minimizan los errores, desviando la atención de las verdaderas necesidades del momento. Este tipo de manipulación no solo distorsiona la realidad, sino que invalida el sufrimiento real de las personas afectadas. Al ocultar los efectos negativos del desastre y exagerar sus “logros”, el líder priva a la comunidad de una sanación honesta y colectiva, fomentando un duelo reprimido o incluso distorsionado.


3. Fallos en la Gestión Práctica y Recursos Ineficientes

   Un liderazgo incapaz de aceptar crítica o asesoramiento suele tomar decisiones centralizadas y unilaterales, lo cual es desastroso en una crisis como la última ‘gota fría’, la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos, en el neutro acrónimo de la jerga meteorológica) de Valencia y Levante en general, que requiere de una coordinación ágil y sensible a las necesidades cambiantes de la población. Las personas afectadas se enfrentan a una realidad en la que los recursos no son distribuidos de manera equitativa o efectiva, incrementando la ansiedad, la desesperación y el sufrimiento, especialmente cuando perciben que la ineficiencia del líder prolonga sus pérdidas.


4. Efecto de Alienación y Erosión de la Cohesión Social

   La arrogancia y el protagonismo exagerado pueden alienar a la comunidad, minando la confianza en las autoridades y promoviendo el resentimiento. Esta falta de cohesión dificulta la respuesta colectiva al desastre, ya que la comunidad, al perder fe en su liderazgo, puede optar por estrategias individuales y aisladas. En términos de duelo, esta desintegración social impide que las personas encuentren consuelo en la solidaridad, ya que el liderazgo bajo Hybris tiende a convertir la tragedia en una oportunidad para la autoexaltación, olvidando el papel esencial de la comunidad en el proceso de sanación.


5. Impedimentos a la Sanación a Largo Plazo

   La imposibilidad de reconocer la magnitud del sufrimiento y de tomar acciones correctivas deja secuelas a largo plazo. Un líder afectado por Hybris evita asumir responsabilidades y suele delegar la culpa a factores externos, impidiendo así la construcción de una narrativa que permita a la comunidad entender, aceptar y trascender su dolor. Este bloqueo institucionalizado del duelo limita la sanación y puede, incluso, sembrar sentimientos de trauma colectivo y desconfianza hacia futuras intervenciones, afectando la resiliencia y preparación para futuros desastres.


Reflexiones


En términos de liderazgo empático y sanador, la historia muestra ejemplos positivos de líderes que, al mostrarse vulnerables y empáticos, han facilitado procesos de sanación a través de la escucha y la respuesta efectiva. Evitar el Hybris significa también permitir que la comunidad se sienta escuchada y representada, promoviendo un liderazgo que sea una extensión del sentir colectivo, en lugar de una voz que busca imponer su propio relato.


Explorar cómo la arrogancia puede afectar el duelo colectivo arroja una importante lección sobre la necesidad de líderes que promuevan la inclusión emocional, la sinceridad y la empatía, valores esenciales para que una comunidad pueda encontrar fortaleza y resiliencia en medio de la adversidad. No es siempre así, la arrogancia puede ser un disfraz para ocultar la ineptitud, la incapacidad, colmar del complejo de Peter en toda la extensión de su incompetencia, pero eso no implica que pueda haber también una realidad oscura menos amable: tratarse de un grupo o persona desempeñándose a pleno rendimiento bajo los efectos del síndrome de Hybris.


Sobre el desenvolvimiento de esta patología del comportamiento merece la pena mencionar a David Owen, político británico miembro de la Cámara de los Lores, antes de entrar en política ejerció la medicina y de esta combinación entre saberes y desempeños publicó, entre otros, dos ensayos breves que merecen la pena revisar: In Sickness and in Health: The Politics of Medicine (1976) y The Hubris Syndrome: Bush, Blair and the Intoxication of Power (2007). Ambos re-editados y refundidos como un sólo libro bajo el título “In Sickness and in Power: Illness in heads of Government during the last 100 years” (20099), traducida recientemente al español (2011). 

ree

Comentarios


bottom of page